LOS HOTELES DE LA IMAGINACIÓN
De todos los grandes viajes, el viaje. Y de todos los romanticismos, primero el del camino, segundo el de los grandes hoteles, o los hoteles a secas. Hubo un tiempo en el que todos los hoteles—palacios opulentos, modestos hoteles de viajantes o pensiones de pacotilla—regalaban a sus clientes etiquetas para pegar en su equipaje. Al principio no eran más que souvenirs, que los viajeros utilizaban para mostrar en público las etapas de su viaje. Más tarde, se comprendió que también eran publicidad, y la micro-industria de las etiquetas creció. Ahora no sólo las tenían los grandes hoteles, se podían encontrar en todas partes, y el hotel que no las tuviera, no existía.
Las etiquetas desaparecieron con la supermasificación de los viajes aéreos. En las bodegas de los aviones, y en el tránsito de una a otra y a las manos del viajero, las maletas son castigadas como si algo fuera culpa suya. Las etiquetas se rayaban con la fricción, se rompían; la gente dejó de pedirlas, los hoteles de darlas, las imprentas de reproducirlas y los ilustradores de crearlas.
Sin embargo, el gran viaje sigue existiendo, como siguen existiendo los grandes hoteles y los hoteles de mala muerte—en la imaginación, en las novelas, en la poesía, en el teatro y en el cine. Hasta ahora, estos hoteles de ficción no han repartido etiquetas, que sepamos. Por eso, estamos escogiendo veinticinco de ellos; luego, veinticinco ilustradores crearán las etiquetas. Así, el lector-viajero tendrá la oportunidad de mostrar las etapas de su viaje con las etiquetas de sus hoteles ficticios favoritos pegadas al equipaje de su memoria.
El proyecto “Los Hoteles de la Imaginación” ofrece la posibilidad de viajar leyendo, y leyendo, pernoctar en algunos de los hoteles poéticos más llamativos. Pero este viaje es, sobre todo, visual: un viaje ilustrado en el que participarán veinticinco de los mejores dibujantes del mundo, con veinticinco obras de la literatura moderna y el cine, y más que nada, todos los lectores con experiencia, o sin ella, que quieran parar por lo menos una noche en estos hoteles de la imaginación.